COLECCIONISTA

A VECES UNA SONRISA BASTA PARA DARNOS CUENTA QUE VALE LA PENA ESTAR AQUI.

Y SI ESA SONRISA ME LA REGALA ALGUIEN EXTRAORDINARIO, VALE EL DOBLE...

Gracias a todos los que esta semana han ampliado mi coleccion, todos son extraordinarios.

HASTA QUE TU DECIDAS REGRESAR

"Dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razòn. Porque yo seguirè siendo el cautivo, de los caprichos de mi corazòn..." Era lo que cantaba la dama invidente que de vagòn en vagòn deleitaba a los pasajeros con su voz.

Sentado se encontraba el. Con su mirada verde, un poco opaca por el paso de los años, pero aùn asì denotaban vida. Llevando sus setenta y tantos años a cuestas, pero luciendo pulcramente un atuendo digno de salòn de baile: traje oscuro, sombrero con un listòn rojo y una pequeña flor roja en la solapa.
Su bastòn de madera oscura combinaba perfectamente con sus manos pàlidas, que dejaban ver los hilitos azules de sus venas.

A pesar de su edad, en su rostro cansado se veia cierta luz, esa luz con aroma a lavanda, que aunque pase el tiempo siguen conservando las personas que han llevado una vida bonita
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"...hoy mi playa se viste de amargura, porque, tu barca tiene que partir, a cruzar otros mares de locura, cuida que no naufrague en tu vivir..."

De repente, esa mirada verde, se combino con un tono rojizo, como de ojos a punto de llorar. En efecto, al escuchar esa parte de la canciòn una làgrima saliò de su ojo izquierdo.
Conforme iba avanzando la melodìa, èl dejaba salir su sentimiento. Cerrando los ojos, cantando, haciendo movimientos magistrales con sus manos, como dirigiendo su orquesta privada. Una orquesta de làgrimas, que una tras otra y con los pàrpados cerrados iban saliendo en armonìa.

Cada una de esas gotitas iban impregnadas de sentimientos y recuerdos de aquella mujer. La que le prometiò viajar por siempre a su lado, y que por razones que solo la vida entiende se fuè, dejandolo solo.

De repente èl sintiò que ella estaba sentada en el asiento de a lado. Compartiendo esa canciòn y viendolo como lo hacìan en los viejos tiempos.
Èl con suavidad se secò una làgrima y esa misma mano la puso sobre la de ella. Asì pasaron dos estaciones. No existia nadie alrededor, solo los dos viajando en silencio. Ese silencio còmodo, que solo se adquiere al vivir muchos años cerca de la persona amada.

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"...cuando la luz del sol se estè apagando y te sientas cansada de vagar. Piensa que yo por ti estarè esperando, hasta que tu decidas regresar"

Concluyò la interpretaciòn de tres minutos. Tiempo suficiente para sentirla a su lado y decirle que aùn la espera.
Ella se desvaneciò. Èl regresò su mano al bastòn. Con la otra mano sacò un pañuelo gris de su bolsillo y se limpio los ojos. Respirò profundo, se puso de pie y bajò del vagòn con una sonrisa en su boca y con el aroma de ella en su alma.

3:00 A.M.

Son las 3 y estoy pensando y preguntandome mil cosas...

-¿¿Porque demonios el Gansito lleva años en el mercado, si sabe tan feo y es tan simple??

-Me gusta el cafè, en todas sus presentaciones (excepto capuccino, eso es para nenas). Por cierto, ¡¡¡que bonita està mi nueva cafetera!!!

-3d Max no deberia existir, es horriblemente adictivo y ùtil.

-Odio las Mac.

-Odio las P.C.

-Me gusta un P.C.

-¿que estàs haciendo?

-Soy muy egocentrica, deberia practicar la humildad, naaaaaaaaaaa!!!!

-Hoy no hubo "hora nacional". Espero que no se haya notado. Si no tendre que hacer algo al respecto.

- Caray, creo que ya estoy grande para adorar a Kitty.

-¿Kitty serà hija del diablo?

-La comida azul es bonita.

-Mi panza duele, ¿tendre una serpiente chiapaneca adentro?

-Quiero ir contigo a donde sea, pero contigooooooooooo.

- Ya me duelen los ojos.

...mejor me voy a dormir