15 de enero de 2011

DIA 1: ¡¡¡No hay internet!!!


¿Es posible sentir pavor cuando no tienes internet en casa?, ¡para nada! facilmente puedes sobrevivir. ¡Ja! eso es lo que pensaba.

Pero la verdad es que mi opinion ya cambiò. No hay nada mas hermoso que sentarte frente a la compu, en facha, a media noche de un dia aburrido y divagar. Eso apenas lo apreciè.


Resulta que en toda la semana no tuve conexiòn a internet. Todo se hubiera solucionado encendiendo el bluetooth de la compu y conectandome a cualquier red disponible.

Pero mis vecinos son unos egoistas, tienen habilitada la seguridad al màximo. Cuidan su red mas que a sus hijos.

Cuando insinue a uno de ellos que requeria una contraseña (yo todavia ilusa y pensando que me la proporcionarian) el vecino me interrumpio con un nervioso "no, no se puede, eso solo lo hace un tecnico especializado". Como si yo quisiera robar por siempre su red y cancelar la mia.


En fin que el lunes, ya aceptando la idea y con mil cosas que hacer, decidi trabajar "offline". Entonces, cuando ya estaba mentalizada se presento el primer mensaje a mi celular "¿donde andas? urge que revises tu mail, ¡ya!", me enfurecio porque mi telefono es una piltrafa que ya no sirve para mensajes y ese hubiera querido contestarlo con insolencias. Despues me recordo que odio esa imposibilidad de la gente de llamar y en lugar de eso, resolverlo todo con mensajes de texto (bueno, tambien me odio a mi, eso lo aplico muy seguido).


Asi que sali al ciber-cafè mas cercano a mi casa, que queda lejisimos, o sea enfrente. Si, solo cruzo la calle y llego al local. Es mas no es uno, son dos negocios. Pero no se, no es lo mismo dueño ni van dirigidos al mismo target. Total que entre al mas "nice" pedi una compu al chico, que segun mi hermana es "igualito a Robert Pattinson" (jaja, ilusa), y me respondio con una mueca de galàn. Asi que asumì esa boca torcida como un pasa, toma una computadora.


Ya sentada en mi lugar busque mi cafè, el cual nunca encontre. ¿por que demonios se llama ciber-cafe si te prohiben hasta comer chicle?. No hubo cafe asi que intente acomodarme en mi cubiculo privado, que de privado no tiene nada, ya que el "Robert" pasaba atras de mi echando ojo a mi monitor (Si ni veo porno, que me cuidaba, que triste).

Asi cheque mi mail, y de paso di una ojeadita (de ojo) a las redes sociales. Twitter solo me ofreciò comentarios politicos y quejas.

Facebook lo de siempre: gente presumiendo lo que comeria, gente presumiendo donde està, gente presumiendo lo que escucha y gente presumiendo lo que piensa. Obvio no me quede atràs, asi que presumì mi sapiencia acerca del "Kalimba Gate".


Despues de casi media hora, cerre mis ventanas di terminar sesion como diez veces (por paranoia) y me levante a pedir mi cuenta.

Ahì estaba, con mi grandioso vestido azul digno de la novicia rebelde, en el pasillo. Asì que no pude hacer otra cosa mas que caminar hacia "Rober" a pagarle.

Obvio no iba a pasar asi nada mas y obligada por una fuerza sobrehumana pase lentamente viendo los monitores de los usuarios.

Por la hora, casi todos eran niñitos que acababan de salir de la secun. Dos hacian tarea, otros tenian video conferencias con mujeres de nombres tipo Valinskaia y Kalinka, un joven de mas edad veia una pagina de fondo negro con letras escurridas y rojas tipo sangre, otro par de niñas subian comentarios ofensivos al facebook de la matada del salòn y escuchaban una musica con la que sus lonjas se contoneaban.


Por fin llegue con el jòven Pattinson, me hizo mi cuenta y pague la maravillosa cantidad de cuatro pesos, cosa por la cual me asombre y sali del ciber-cafè Andy.


Despues de esa experiencia, nada religiosa, ni divertida, ni cool (de hecho solo experiencia) me prometi no regresar al local, sacudirme la weba y manejar hasta el "starsucks"(si me da pena, pero ahi si sirven cafe, aunque sepa a agua de caño...y se que con este comentario el Maikol ya me desheredò).

Aunque solo se quedo en promesa, ya que la apuracion y la pereza de manejar 20 calles y pasar dos semaforos, de nuevo entraron en mi vida y regresè...¡al siguiente dia!.
Pero como diria un promo gubernamental: "eso es otra historia"


*La foto es ilustrativa, aunque el Pattinson no es mi hit, no se parece en nada al dueño del cibercafe. Hasta pienso que mi hermana anda en drogas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Matemos el internet y los celulares... ¡adoro los suicidios colectivos!