Me gusta la palabra Cabello, suena vieja y anticuada, en estos dias casi nadie la usa, al contrario de su hermana, la palabra Pelo, corriente, simplona y bastante socorrida.
El Cabello es el punto central en el humano, viendo su estilo y forma se pueden descifrar los conceptos de la personalidad de cada individuo.
Largo, corto, de colores, cada persona expresa su yo verdadero a traves de un peinado.
_____________________________________________
Desde siempre me ha obsesionado esa parte de mi cabeza, quiza porque mi cara no tuvo muchos cambios con el paso del tiempo, aun conservo mis cachetes y ese rostro infantil que en ocasiones me exaspera. Por eso desde que tengo uso de razon, decidì enfocarme en el cambio a traves de mi cabello. El simple hecho de tener un peinado diferente me puede emocionar.
Recuerdo haber tenido cabellos rizados, lacios, teñidos de color verde y morado, cortos, largos.
Pero quiza mi mayor catàrsis fuè el dia que descubri que podia tomar mis tijeras, (las que usaba para cortar mis materiales de diseño) y cortarme yo misma el cabello. Desde ese dia esa pràctica se convirtiò en el perfecto desahogo para una mala època o para dejar una huella que me recordara un buen momento.
Al principio mis cortes eran tìmidos, se limitaban a un par de tijeretazos en el fleco. Despues empece a cortar el resto del cabello, primero un centimetro, luego dos y asi fui avanzando sin limite, cortes feos, mordidos y sin sentido, pero tan mios que me encantaban.
Un dia, recuerdo que estaba fastidiada de ser yo y pasaba una mala època. Tome las tijeras y empece a cortar hasta que al verme en el espejo en mi cabeza solo habia piel. Era invierno y simplemente decidi ser calva.
Ese experimento me ha hecho recordar mi capacidad de tomar decisiones y de cambiar cuando se me antoje. Hace mucho que no dejo que mis manos y unas tijeras hagan lo suyo. Creo que ya es tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario