Crónicas de vuelos fallidos: Mi affair con Spiderman

Siempre me han dado yuyi los insectos, pero en especial las arañas, me dan mucho miedo y a pesar de tener patrones increibles, veo una y corro lejos, muuy lejos.
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Nunca pensé romper el molde de mis citas, tipos del medio en el que me desenvuelvo, o sea casi puro diseñador. Aunque en cierto modo eso era aburrido, era seguro, ya sabía el tema de conversación y por lo menos con ellos tenía el diseño en común.

Ese era mi patrón hasta que apareció Spiderman. No recuerdo cómo lo conocí, la cuestión es que aunque él es una persona que siempre anda de viaje, comenzamos a mailearnos o a platicar en el messenger.
A decir verdad, después de conocernos, no hubo una cita inmediata.
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Él me pareció una persona embriagante (no por borracho,jaja), inteligentisimo, todos sus viajes le han aportado una imagen de trotamundos real, cosa que yo jamás habia visto (si conozco a los trotamundos falsos, esos que se sienten maravillosos por haber salido de su delegación), además era un conversador magnífico y super amable.

¿Y yo, que esperaba para salir con él?, nada, asi que le propuse que nos vieramos, a lo que el accedió de inmediato.

Tengo que mencionar que otro punto a su favor fué que se dedicaba a algo completamente diferente a lo que yo hago. El tipo es insectólogo y se la pasaba en el laboratorio entre sus animalitos, que en su mayoría eran arañas.Por lo tanto contaba con mi curiosidad y admiración por dedicarse a esa profesión, que para mi era algo tan intrépido como ser domador de leones o matador de toros.
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La cita fué un picnic en un parque. Eso para muchos es una babosada, pero a mi siempre me ha gustado esa idea.

Para mi desencanto, mientras yo llegué puntual, el se tardó mas de veinte minutos en llegar. Me sentia sumamente enojada y queria patear a los patos que nadaban en el lago.
Mi enojo se tradujo en tonta felicidad cuando lo vi corriendo hacia mi. De fondo, en mi cabeza, mas bien en mi Ipod, sonaban las robóticas voces de los Daft Punk y su Something About Us.
Ahi estaba, el misterioso Spiderman, con su misteriosa mochila, disculpándose por el retraso.
Como a mi no me gustan los líos ni los teatritos, decidí olvidar el retraso y nos fuimos a buscar un lugar agradable.
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Nos sentamos bajo un arbolote, frente al lago y a los gritones patos.
El sacó de su misteriosa mochilita un mantel de cuadritos, un thermo con café, unas tazas blancas de porcelana y unos bizcochitos franceses, que puso en un platito muy mono, era como una pelicula vieja, donde yo me sentia Audrey Hepburn sentada de ladito y tomando mi taza de café con dedito alzado (si, eso es demasiado cursi y kitsch, pero asi me sentí). Absolutamente encantador.

Pláticamos de muchas cosas y de nada a la vez. Historias de gente, de viajes, de insectos, de diseño, en fin el picnic mañanero, se convirtió en almuerzo de mediodia y despues en comida de la tarde. El tiempo voló. Yo estaba encantada, el era tan amable y tan lindo, que aún en estos dias podría pasar horas con él.
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Llegó la hora de la despedida forzoza, a mi me requerían en mi trabajo y él tenía que ir a la universidad. Así que me acompañó a mi auto, me abrazó y me dió un beso que nunca olvidaré. De esos que pretenden denotar "amistad" pero que "accidentalmente" se desvían a la mitad de la boca, puro accidente, si ajá. Nos abrazamos y me di cuenta de que su aroma era muy dulce.
Me subi a mi auto y me fuí, escuchando la dulce voz de Murray Lightburn y saboreando ese momento.
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Lo que siguió a ese encuentro fueron llamadas, chats, un par de citas mas y el anuncio de que se iba a vivir a Chile, por una beca que le habian dado para estudiar a sus animales.
Quedamos como buenos amigos, y a pesar de la distancia y de que nuestras pláticas son vía messenger, creo que nuestra relación amistosa se ha vuelto muy fuerte...aúnque de vez en cuando lo recuerdo y me da un escalofrío muy rico.
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*Me he enterado que anda de vuelta en la ciudad, y aunque viene con novia, creo que nos veremos algun dia de estos para actualizar la amistad.
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UN POCO DE DISEÑO NO HACE DAÑO

Cuando estamos en la universidad, al los diseñadores nos piden que nos "empapemos" de diseño internacional. Y eso hacemos, adorar a Alvar Aaalto, Phillipe Starck, Le Corbusier o soñar que podemos ingresar a la Bauhaus.
Esto está muy bonito, pero en mi experiencia, jamas nos mencionaron a fondo la existencia de diseño contemporáneo mexicano, es mas, tuve profes que decian que no existia. Así que todo lo aprendido al respecto se lo debemos a las calles y a la vida real, creo que eso es lo que independientemente de tener o no un diploma, nos ha convertido en verdaderos Diseñadores Industriales Mexicanos.


Recomiendo una vueltecita a Museo Palacio Cultural Banamex, ubicado en la calle de Madero 17, en el centro. Donde la exposicion temporal gira en torno al Diseño Industrial desde el siglo antepasado hasta nuestros dias. Hay cosas increibles, mobiliario, joyería, cristalería, objetos de uso cotidiano, en fin a pesar de no ser gigante, engloba perfecto la obra de los diseñadores mas brillantes de México.

Quiza reconozcan algun objeto y hasta lo tengan en casa sin saber que es historia.

*Por cierto muchas de estas piezas forman parte de la mesa de regalos de mi no boda con mi no novio, ídolo y vecino Héctor Galván (pronto le informaré del evento)

CAPITULO 3: Like a Friend II.

"...Let me tell you now: it's lucky for you that we're friends"
Jarvis Cocker, Like a Friend.

Ahi estabamos, abrazàndonos, temblorosos y emocionados. Cuando nos separamos nos sentamos y apareciò el clàsico silencio, nada mas que èsta vez no tuvo nada de incòmodo. Era muy agradable, los dos callados, viendonos a los ojos. Yo lo recordaba asi como estaba, delgado, alto, con unos ojos miel que me podìa comer, un look absolutamente londinense y un delicioso aroma. En cambio su mirada parecìa ver a alguien diferente en mi, intentaba reconocerme, lo notè inquieto, repasandome de pies a cabeza, como que era increible que yo fuera la que estaba frente a el.
"¿Que van a tomar?", preguntò el mesero inoportuno. Yo ordenè un Prince of wales (de dos minutos, no mas, no menos) y un panquè de frutas. El un expresso y un pay de lima.
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Incrèdulos de que estuviera sucediendo seguiamos vièndonos, hasta que me animè a preguntarle porque me veia con tanta insistencia. Se puso nervioso, pero se decidiò a confesarmelo: "Yo te recordaba diferente. Hoy que te veo y estàs màs linda, el tiempo te ha sentado muy bien". Tuve que hacer uso de mis reservas de glucosa para no caerme de la silla. Lo ùnico que atine a decir fuè gracias, y seguramente mis mejillas se pusieron rojo cereza.
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Liberados un poco de los nervios comenzamos a platicar. Cabe mencionar que me caracterizo por decir mil cosas y contar mis anècdotas de tal manera que terminan siendo casi dramatizaciones y obviamente causando mucha risa. Asì que empecè a contarle en que andaba y las carcajadas llegaron a borbotones. Nuestra mesa se convirtiò en la mas ruidosa. Se reia y me tomaba de la mano para decirme lo genial que era. Tocò el turno a èl, me platicò que hacia, sus proyectos y hasta me invitò a viajar con el por Europa el pròximo verano.
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"A todo esto, ¿porque te acordaste de mi?", le preguntè. Se quedò callado unos segundos, regresaron los nervios a el y decidiò contarme todo.
Resultò que el desde hace tres años siempre quiso acercarse a mi, pero yo no le parecia como las demàs, lo ponia nervioso y a el le daba mucha pena eso. Ademàs pensò que yo no me interesaba en èl y que de cualquier modo yo nunca lo tomarìa en cuenta.
"¿Queee?, estabas loco, que tonto", fuè lo que saliò de mis labios. "Yo tambien te veia como imposible, me gustabas mucho, y siempre pensè que no te interesaba por eso me aleje"
Ahì estabamos un par de loosers, declarandonos nuestro amor fallido. Esto nos causo mucha risa, y de nuevo comenzò el escàndalo de la mesa 4.
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Repuestos de las carcajadas se puso muy serio y me dijo que si no fuè en el pasado, teniamos mucho presente y futuro. "Deberiamos intentarlo, anda tu y yo, nos queremos, nos llevamos muy bien, que podemos perder".
Mis cuerpo empezaba a derretirse y mi pàncreas decìa a gritos,"dile que si, aceptalo". Pero mi cerebro que es mas frìo y no se anda con cosas me recordò lo bien que estoy en este momento, y me hizo imaginar que quiza no era adecuado aceptar la propuesta, ya que en realidad no lo conocìa.
Le dije No, que el tiempo habia pasado y no podiamos vivir un romance juvenil que no pudo ser en su momento (aqui saliò mi histrionismo estilo Juan Osorio).
Yo seguia sintiendo acaso un par de abejas revoloteando en mi estòmago, pero no estaba dispuesta a perderlas por una mala decisiòn. Asì que le ofrecì mi amistad sincera, y la oportunidad de darle tiempo al tiempo.
Con sus ojitos de Remi, me viò fijamente y me dijo "eso es todo para mi, por el momento està genial, no quiero perderte de nuevo".
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Salimos del cafè, caminamos un rato sin direccion, con el aire frio en la cara. El me rodeò con su brazo flaco y me dijo que estaba muy feliz. Yo tambièn le dije que me daba gusto, era cierto.
Despues de unos cuarenta minutos de caminata en silencio y sin sentido, abrazados, como quien abraza un sueño casi perdido, le pedì que me acompañara por mi auto.
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Llegamos a la puerta de mi prìncipe (o sea mi chevy azul). Realmente ninguno de los dos querìa despedirse, pero era el momento. Me dijo muchas cosas, entre ellas que no nos perdieramos la pista, que nos comunicaramos semanalmente, que por favor no me alejara. Solo le dije que no serìa asì, que yo sabia mantener una amistad y que no tenia que preocuparse por ello.
Se acerco a mi y me abrazò, esta vez ya no habia nervios, solo un abrazo apretadito y eterno (por un momento pense que no me soltarìa y que sacarìa sus colmillos) y me dijo al oido que ya no queria perderme.
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Subi al auto, sinceramente un poco shockeada. Lo encendi y en automàtico comence a conducir. Con los pensamientos revueltos me internè en el tràfico horrible de hora pico, al fondo la voz de Jarvis Cocker intentaba aconsejarme:
"...You are the dream I never should have caught
You are the cut that makes me hide my face
You are the party that makes me feel my age
Like a car crash I can see but I just can't avoid
Like a plane I've been told I never should board
Like a film that's so bad but I've got to stay till the end
Let me tell you now: it's lucky for you that we're friends."
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Despuès del shock, estoy escribiendo esto. He decidido no pensar en el futuro, no se si lo vea de nuevo o si de plano decida olvidarlo, es muy pronto para tomar un camino. No se si siento lo mismo con respecto a el.
No se si mi pàncreas rebelde lo deje entrar. Creo que puede ser demasiado tarde, quiza otra persona ya està acampando en los islotes.
El tiempo lo dirà.

CAPITULO 2: Like a Friend I.

"Don't bother saying you're sorry. Why don't you come in
Smoke all my cigarettes again. Every time I get no further
How long has it been?. Come on in now, wipe your feet on my dreams
You take up my time. Like some cheap magazine
When I could have been learning something
Oh well, you know what I mean, oh.
I've done this before, And I will do it again..."
Jarvis Cocker, Like a friend.


Despertè a la hora acostumbrada. Casi zombie me dirigì a la cocina a prender la cafetera. Las noticias decian lo mismo, tràfico espantoso, el muerto del "starsucks" y las pompas de la Guzmàn. En ese momento mi agenda gritò. La saquè del maletìn y ahi estaba el aviso "cita con Pseudo-Jarvis, hoy a las 5 de la tarde". ¡Nooo, por un momento lo olvidè!, esa tarde era el reencuentro con mi eterno platònico.
Tomè una taza gigante de cafè chiapaneco y me dispuse a organizar mis asuntos de trabajo, con la finalidad de dejar la tarde libre.
Me bañè y ahi empezo el martirio, la pregunta del millòn: "¿què me voy a poner?". Era imposible regresar a casa solo para cambiar el look, y tambien el cargar una muda de ropa, ¡que web!. Ahi estaba, entre la bola de prendas, decidiendo que me harìa lucir bien bonita. No hubo mucha alternativa, este año me diò por sentirme còmoda con ropa negra y morada, asi que tuve que elegir entre dos outfits: uno leggins negros con un vestido color uva, el otro unos jeans claiborne que me sientan muy bien y una blusa con escote de ojal negra, obviamente. Decidì tomar el segundo, mas còmodo e iba mejor con mis puma blancos.
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Salì de casa, y me dispuse a hacer las labores del dia.
A la hora de la comida, mientras engullìa un plato de ravioles, mi estòmago empezò a hacerse bolas. Y obviamente mi pàncreas trabajaba como loco. empezaron a asaltarme las dudas: "¿y si no llega?, ¿y si se le olvida?, ¿y si al verme se echa a correr?". Despues, mi hermana, que era mi compañìa, me preguntò si habia confirmado la cita. ¿Queee, tenia que hacerlo?, noooo nunca. Siempre he pensado que cuando quedas en algo,eso se respeta y si te comunicas con la otra persona es solo en caso de cancelar. Aun asì, mi pànico creciò, y mas al escuchar a mi adorable Rebequita decir: "que valor, sin confirmaciòn, yo no me arriesgaria".
Era un manojo de nervios.
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Llegue al lugar de la cita media hora antes. Siempre lo hago asì porque encontrar estacionamiento en esta ciudad puede ser una mision imposible. Afortunadamente encontre al franelero buena onda que accediò a hacerme un huequito en su calle. Tenia treita minutos para merodear, y ponerme mas nerviosa.
Decidi meterme a un museo, mi pensamiento fuè relajarme con arte, para no pensar lo peor.
Veinte minutos despues, sonò mi telèfono. "Lleguè temprano, ya estoy aqui, te espero a la hora en punto". Era mi platònico, que ya me estaba esperando.
Como aprendì despuès de dos años de trabajar con inglesas, la puntualidad es llegar a la hora exacta, nada de diez minutitos antes o despues, pues que espere. Asì que salì del museo y calcule mi paso para hacer los diez minutos y llegar a las cinco en punto.
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Mi estùpido corazòn latìa a mil por hora, mis manos estaban hùmedas. Por un momento pensè en salir despavorida corriendo en sentido contrario. Pero mi pàncreas le ordenaba a mis piernas caminar directo a el.
Lo encontrè, de piè, buscandome entre la multitud que entraba en ese momento al cafè. Me puse frente a el, nuestras miradas se cruzaron y de inmediato nos abrazamos, alcancè a sentir que su corazon tambièn latia como loco y sus manos temblorosas que me estrecharon timidamente. Ahi estabamos dos desconocidos conocidos reconociendonos...

...Continuarà en el Capìtulo 3.